Érase una vez, las presentaciones de smartphones eran como las finales de fútbol. Hablábamos de megapíxeles, gigahercios y hasta de los logotipos de la carcasa. ¿Y ahora? Ahora el nuevo Galaxy es como una nueva grapadora en la oficina. Está ahí y es bueno.
Ya nadie espera nada
Apple muestra un iPhone "más delgado". Samsung reduce otro medio milímetro el grosor de la tapa plegable. Xiaomi inventa (condicionalmente) otro sensor "revolucionario" que mide el nivel de inspiración en la sangre. Pero es como actualizar una carpeta con iconos. Nada ha cambiado.
Fracciones de milímetro como símbolo de la insensatez moderna
La idea de hacer más delgados los smartphones es tan necesaria como hacer más redondos los ladrillos. Nadie siente 7,6 mm frente a 7,4 mm, salvo los ingenieros que duermen con ello. Pero todo el mundo siente que la batería es más pequeña, y el coste de una funda protectora se añadirá al coste adicional de un "smartphone delgado a la moda". ¿Es esto progreso? Pues no. No es más que marketing e intentos de las empresas de aumentar los beneficios para los accionistas en medio del estancamiento de la industria y la falta de innovaciones rompedoras. Este año, ningún CEO tiene la misión de reducir los beneficios, sólo de aumentarlos. Pero, ¿cómo? Pues se les ocurren cosas innecesarias, que nadie necesita, por las que pueden cobrar un poco más de dinero. Consumismo tal cual.
La inteligencia artificial también es sólo ruido en las tuberías
"¡Ahora con IA!", gritan los vendedores. Y abres tu teléfono y es el mismo que tenías el año pasado. Estas redes neuronales no están en el smartphone. Están en la nube. Toda tu "cámara con IA" no es más que un anticuado autofiltro que solía funcionar con redes neuronales entrenadas, pero nadie se centró en ello. ChatGPT también funciona en el Galaxy S9. Entonces, ¿por qué comprar el S25 Ultra? Definitivamente no es por la IA.
Esto no es estancamiento. Esto es necrosis digital.
El mercado de teléfonos inteligentes ya no se está desarrollando: se está pudriendo mientras lleva la carga de las ilusiones de relaciones públicas. Nadie cuenta los días que faltan para el anuncio de un nuevo smartphone. Nadie espera un gran avance. Todo el mundo quiere que la batería dure más y que el cristal no se rompa a la primera gota.
¿Y ahora qué?
Nada. Los smartphones están aquí para quedarse. Estarán con nosotros mucho tiempo. Quizá siempre. Pero es como un microondas: todo el mundo los usa a diario, pero nadie lee sus críticas.
Tómate tu café. Y no esperes ya nada interesante de los smartphones.
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