Suiza discute con Rheinmetall la creación de una planta de fabricación de microchips de 250 millones de dólares

Suiza, conocida por su neutralidad y chocolate con leche, parece estar preparándose para participar en grande en la carrera global de semiconductores. Bloomberg informa que los institutos científicos del país, incluyendo la prestigiosa ETH Zúrich, están en conversaciones con grandes empresas de defensa como Rheinmetall AG y Thales SA para establecer una nueva fábrica de microchips de 250 millones de dólares en las afueras de Zúrich.
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El proyecto, llamado Chip FabLab, se centra en la producción de chips de uso dual para aplicaciones civiles y de defensa. Se planea que la fábrica comience a operar en 2028, y el financiamiento se completará a fines de 2025. Los participantes del proyecto esperan atraer fondos de agencias gubernamentales y grandes empresas industriales, incluidas las empresas de defensa.
Según la presentación, la futura instalación cubrirá aproximadamente 4,000 m² y será la mayor instalación de producción de chips en Suiza. Sí, será inferior en escala a las fábricas de Alemania o Asia, pero los desarrolladores están apostando por una producción de nicho con un alto grado de personalización - para las necesidades de sistemas militares, drones e incluso tecnologías cuánticas.
El proyecto es supervisado por la asociación industrial Swissmem, así como por instituciones científicas como EMPA (Laboratorio Federal de Ciencia de Materiales). La ETH confirma que está trabajando en "temas de seguridad digital", que son de particular interés para las empresas de defensa. Al mismo tiempo, la documentación enfatiza que las empresas podrán compartir costosos equipos y espacios de producción con condiciones controladas - esto reducirá significativamente los costos.
Rheinmetall hasta ahora se ha abstenido de comentar, mientras que la sede de Thales dijo que no planean invertir, pero la situación podría cambiar - las negociaciones aún están en curso.
El contexto es revelador: los presupuestos militares de Europa están rompiendo récords históricos en medio de la inestabilidad global, y el aislamiento tecnológico (incluidas las prohibiciones de exportación de componentes sensibles de China y EE. UU.) convierte la fabricación de chips en un tema de seguridad, no solo de negocio.
Fuente: Bloomberg